Este sí que fue un viaje para toda la vida, por los resultados, aunque el proceso fue casi invisible para nosotros. Solo tuvimos que venir a Kiev una vez antes del comienzo, y retornar para el parto, y fue muy sencillo. El bebé está sano y estamos felices de volver a casa. ¡Gracias a los maravillosos médicos y facilitadores de Ukrainian Surrogates y su equipo!